¿Te dedicas a las presentaciones de productos y no terminas de acostumbrarte a ello? ¿Estás preparando una reunión comercial y no sabes ni por dónde cogerla? No te preocupes. Tan sólo tienes que organizarte con un poquito de antelación, y seguir estos sencillos consejos que te traemos hoy desde MH Eventos, un espacio especializado en la celebración de eventos de empresa. Así que, toma nota y consigue que tus presentaciones de productos sean a partir de ahora todo un éxito.
1. Organiza y prepara con antelación tus presentaciones de productos
A no ser que seas un auténtico maestro de la oratoria, para triunfar en tus presentaciones de producto lo imprescindible es que las prepares con antelación. Para ello, ten muy en cuenta la audiencia a la que te vas a dirigir. Estudia qué tipo de asistentes acudirán a tu presentación, y a partir de ahí configura tu discurso adaptándolo lo mejor posible a sus perfiles.
2. La idea principal debe estar clara desde el principio
Tu audiencia conocerá seguramente con antelación cuál es el producto que se va a presentar. Pero no tiene por qué saber cual es la idea principal que quieres transmitir. Pues eso precisamente es lo que debe quedar claro desde el principio. Te aconsejamos, además, que enfoques tu presentación de producto desde el punto de vista de las soluciones. Es decir, plantea sus utilidades como posibles soluciones para el cliente.
3. Plantea un esquema bien estructurado
La organización es esencial en las presentaciones de productos. Por ello, procura esquematizar tus ideas y los puntos claves sobre los que girará la presentación. Todo esto puedes anticiparlo en el orden del día, ofreciendo así un breve resumen de los conceptos fundamentales que se verán en la reunión. Por último, prepara una pequeña conclusión, a modo incluso de moraleja, siempre que el tema lo permita.
4. Realiza pausas frecuentes e incentiva la participación
Te recomendamos hacer pausas con frecuencia, aunque sean muy breves, con el fin de que los asistentes puedan ir asimilando toda la información que se transmite en las presentaciones de productos. Aprenderse un discurso y soltarlo como si estuviéramos recitando será soporífero para los oyentes y muy frustrante para ti. Por otro lado, aprovecha esas mini pausas para lanzar alguna pregunta o comentario, e incentiva así la interacción. De este modo, la presentación se os hará a todos mucho más amena.
5. No bombardees a los asistentes con exceso de información
De la misma manera que no debes excederte con la información oral de tu discurso, tampoco bombardees a los asistentes con un surtido excesivo de diapositivas y gráficos. Si puedes, utiliza presentaciones en donde puedas incluir vídeos u otro material audiovisual para hacer un poco más amena la presentación. Hoy en día, hay muchos programas para realizar presentaciones que dan muy buen resultado. En todo caso, recuerda centrarte en los puntos clave que hayas estipulado al inicio de la reunión como esenciales. Y procura no perderte en detalles e información innecesaria, o conseguirás abrumar y aburrir al personal. Lo mejor para las presentaciones de productos es esquematizar, y ser claro y conciso.
6. Mantén el contacto visual pero no te obsesiones con la gesticulación
Esto podrá parecer un tópico, pero resulta bastante certero. Mirar a tu interlocutor demuestra que le prestas atención, que te interesan sus reacciones, que estás intentando que te comprenda. En resumen, mantener ese contacto visual otorgará un plus de cercanía a tus presentaciones de producto. Por otra parte. no te obsesiones ni pretendas controlar tus gestos o tu tono de voz. Sé natural, y deja de medir tus gestos. Puesto que si no, al final llegará un momento en que estarás más pendiente de cómo colocas tus manos al hablar que del propio contenido de tu discurso.
7. No sobrepases el tiempo previsto para la presentación del producto
Procura no alargarte, pues ya unos minutos antes de que llegue la hora estipulada en el croquis de la reunión, todos empezarán a impacientarse. Tú lo notarás, y comenzarán a invadirte los nervios, la impaciencia y la tensión por querer acabar. Esa información que te queda por contar ya no será relevante, porque pocos le prestarán atención. Y porque no la transmitirás correctamente a causa de la prisa. Además, porque nadie la asimilará. Incluso aunque sobrepases ese tiempo estipulado con la intención de terminar tu discurso convenientemente, los asistentes estarán desmotivados, y la receptividad será prácticamente nula.
8. Deja un pequeño margen para ruegos y preguntas
O cualquier tipo de comentario o aportación. Basta con unos minutos, ya que si tu presentación ha sido clara y bien estructurada, lo normal es que queden pocas dudas. Aunque lo ideal sería que los asistentes tomaran la palabra para ofrecer sus sensaciones con respecto al producto presentado. Pero si no es así, dedica ese tiempo simplemente a agradecerles su presencia y su atención.